A continuación realizaremos publicaciones en lo que respecta al teatro del absurdo, su impacto en la sociedad así como en el mundo teatral y todo tipo de curiosidades que prodrían resultar de interés para todos aquellos que quieran conocer más a fondo este universo. Así, investigaremos las huellas que han dejado, a través de artículos y manifestaciones, escritores y autores que hablan del absurdo y de todo lo que este maravilloso mundo sin sentido a la par que racional cobija dentro de sí
lunes, 20 de mayo de 2013
La simpleza que guarda un océano de profundidad
Toda la crueldad y la ternura, todo el patetismo y el amor, toda la frustración y la esperanza que caben en un ser humano se agolpan en el peregrinaje de Fando y Lis hacia la tierra prometida, un paraíso imaginado que tal vez no exista. ¿O sí?
Desde que Fernando Arrabal escribiera Fando y Lis en 1955, muchas han sido las representaciones de su obra, uno de sus primeros dramas, dentro y fuera de nuestras fronteras. Sin embargo el montaje, firmado por la compañía Teatro de Cerca, que puede verse en el madrileño Teatro Fernando de Rojas hasta el próximo 21 de mayo, resulta tan excepcional que el propio autor se ha involucrado personalmente en la gestación del proyecto y ha decido a prestar su apoyo al grupo para que exhiba su trabajo en Francia durante el próximo verano.
Sobre el escenario, Fando y Lis, viajan por el desierto para llegar a Tar, un destino desconocido que probablemente no exista. Fando carga con la paralítica Lis a la que une un amor incondicional que sólo se ve empañado por sus continuos brotes de violencia y del arrepentimiento inmediato que los sigue, lo que le hace “bueno” a los ojos de su fiel compañera. “Qué bueno eres”, repite constantemente Lis tras cada imploración de perdón. “Detrás de la sencillez de estas palabras está la vida misma. Es la humanidad que nos deja este texto en pequeñas pildoritas”, revela Laura Barba, la actriz que encarna el papel de Lis.
Más concretamente, en el trabajo hacia el personaje de Lis , su dificultad reside en, aparte del esfuerzo físico que supone dar vida a una persona paralítica, es la "relación de dependencia y violencia que la une y separa de su amado Fando". Pero como en la vida fuera de los escenarios, siempre queda un resquicio de luz más allá de la oscuridad. “La obra nos pone delante de un drama muy grande que queremos afrontar pensando que hay algo positivo. No queremos meternos en el infierno solo para removerlo, sino que el sacrificio que esto conlleva nos conduzca a una transformación. Se trata de dejar una parte de ti detrás para que pueda aparecer algo nuevo”, apunta la protagonista femenina.
Harto de que le tilden de transgresor, el dramaturgo Fernando Arrabal nos recuerda que podemos transformar el mundo con casi nada, sin necesidad de transgredirlo. Quizá, como Fando y Lis, seamos capaces algún día de dejar atrás la crueldad y la violencia de nuestra vida, ofrecerle un bonito entierro y superarla desde un sentimiento de amor puro que nos permita alcanzar nuestro paraíso imaginado, nuestro Tar.
Realizado por Claudia Dasí
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