Su carrera como
actor comienza el mismo año que ingresa al movimiento Surrealista, esto es en
el año 1920, a la edad de 24 años.
Algunos miembros
del grupo, manifestaron su disconformismo con las ideas que imponía Bretón.
Artaud fue uno de ellos, él se ubicaba en una posición de pesimismo integral,
creía en la absoluta inutilidad de toda acción social; consideraba que el
problema debía quedar reducido al hombre en sí.
De ahí que en el
año 1927, Bretón castiga y expulsa a Artaud del movimiento, ya que éste no
aceptó la idea de caminar junto al comunismo Francés.
La actuación para
Artaud, tiene algo de trascendental y sagrado, tal vez, esto es lo que lo llevó
a elaborar una teoría sobre el teatro. Su teoría la denominó "teatro de la
crueldad", que surge de su intento por captar lo propio y esencial del
teatro.
Lo que inspiró a
este autor para crear esta teoría donde utiliza un nuevo lenguaje teatral, que
ejerció una de las influencias más importantes en área teatral después de la II
Guerra Mundial, fue la comprensión imperfecta de ciertas formas de teatro
oriental.
Fue co-fundador
del teatro de Alfred Jarry en 1927, en donde produjo varias obras. En una de
ellas, (The Cenci,1935) hace una ilustración de su concepto de teatro de la
crueldad.
Su teoría tiene
que ver la idea de que el lenguaje limita al espíritu de sentir sensaciones
puras que se encuentran esclavizadas por el principio de realidad. La idea de
un teatro en donde se elimina todo lenguaje y en que los actores se expresan
mediante movimientos y actos, situados en un escenario casi desnudo, donde la
música y las luces son solo accesorios, para provocar en las almas de los
espectadores, una especie de exorcismo, donde se le libera de la realidad
lógica y moral y poder experimentar sensaciones propias de la naturaleza
humana.
Las teorías y
trabajos de Artaud, fueron influencia para lo que más tarde se denominó teatro
experimental, que incluye lo que se conoce como teatro del absurdo, ritual y el
de entorno.
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| Primera puesta en escena de "Los Cenci" en España (2012). |
Artaud fallece en
un asilo para enfermos mentales a la edad de 55 años y en singulares
condiciones, sentado en la esquina de su cama y en soledad.
El primer
manifiesto de El Teatro de la Crueldad se publica el año 1932. Su pensamiento
es un reflejo de lo la época que fue testigo.
El teatro debe
prestar la ayuda para que las represiones cobren vida, por lo menos para
experimentar sensaciones que pertenecen a la
naturaleza del hombre, y debe
hacerlo de una forma cruel, debe ser como un golpe para que el hombre
despierte, para que su mirada gire hacia su interior, para que se desprenda de
su uniforme y viva, aunque sea un momento, la vida tal como es.
Su narcótico es
la palabra, el lenguaje. El teatro entonces, consiste en ser una especie de
terapia, para quitar el efecto de esta droga; debe ser la ayuda para liberar al
hombre.
El teatro que
propone Artaud es sencillo; utiliza sólo lo suficiente como para ayudar al
espíritu a conectarse con su yo; la música, los gestos, los ruidos, el fuego,
los signos, es su lenguaje. La idea del teatro y su doble es para mi opinión,
la convicción de Artaud de que el teatro debe permitir al hombre liberarse del
super-yo y quedarse sólo con su consciente.
Las palabras
crean pensamientos en el hombre, el teatro Occidental, haría entonces, que el
pensar del hombre fuera objetivo, porque precisa pensamientos, lo limita de
poder pensar, reflexionar, analizar desde su propio punto de vista.
El teatro
Occidental emplea la palabra para representar aspectos de la vida cotidiana,
conflictos psicológicos. De esta forma, el teatro no presta ninguna utilidad
para resolver estos conflictos, estos aspectos de la vida, solo se vuelve a
pensarlos. Los conflictos morales no necesitan de la escena para ser resueltos.
La forma de hacer reaccionar el hombre es el lenguaje con carácter cruel; el
teatro debe desarrollarse en el peligro.
El teatro debe
utilizar la palabra como un medio para perturbar las cosas, para causar
conmoción en el ambiente y en la parte del alma humana que es anárquica. Debe
hechizar. El teatro oriental cumple con esto, remueve el espíritu en todos sus
ámbitos; su técnica puede causar múltiples sensaciones, encanta, perturba,
excita al espíritu.
Artaud, cree que
la verdadera idea de teatro está extraviada, pues opina que en el teatro de su
tiempo, el espectador se ha transformado en voyerista; concurre al teatro a
observar escenas íntimas de sujetos desconocidos. Esta situación es el motivo
de que la gente busque en el cine, en el circo espectáculos más violentos.
Este dramaturgo,
cree necesario una transformación del teatro; éste debe ser fuerte, valiente,
que sea capaz de soportar el ambiente de angustia y de catástrofe que se
respira; que sea capaz de calar en el pensamiento del hombre de forma profunda,
que toque el alma inestable de la época.
El teatro debe
ser como una terapia para el hombre y debe renovarse por culpa de la realidad,
en el sentido que todo accionar es ya cruel; así entonces, el teatro debe
llevar una acción extrema a sus últimos límites.
Al no ser este
teatro una copia servil de hechos reales, las personas creerán en ésas
sensaciones experimentadas, que se confunden con sueños y al creer en ellos, el
teatro permite liberar al hombre, liberarlo en la magia de sus sueños .
Los sueños sólo
se podrán reconocer por medio de la crueldad y el temor. Los puntos analizados,
reflejan la base de la teoría de Artaud sobre el teatro.
Realizado por Rubén Felis.
Realizado por Rubén Felis.


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